El trastorno más común de estas estructuras son los cálculos en la vesícula, seguidos por las infecciones del hígado llamadas hepatitis, las colecistitis que corresponden a infecciones de la vesícula biliar, procesos degenerativos como la cirrosis hepática que no solo es consecuencia del alcoholismo ya que constituye también la fase final de infecciones como la hepatitis B; la cirrosis también se relaciona con el desarrollo de enfermedades malignas como el cáncer de hígado.