Si bien cualquier persona puede sufrir de un trastorno alimentario, son más comunes entre las mujeres adolescentes y jóvenes. Además de tener un impacto negativo en la salud del individuo y la calidad de vida, trastornos de la alimentación también afectan a la autoimagen, las relaciones con familiares y amigos, y el rendimiento en la escuela o en el trabajo.